Si alguien dice que el sol nunca brilla en Inglaterra, eso es prejuicio, hoy lucía en todo su esplendor como la luz de una nevera, que ilumina pero no calienta, así que recordamos el sol que nos baña abundantemente en España, eso es orgullo. Así que hoy toca orgullo y prejuicio, que en inglés se dice "Pride and Prejudice".
La famosa obra de Jane Austen, publicada por primera vez en 1813, situaba las escenas de la vida de la protagonista, Elisabeth Bennet, en una ciudad ficticia llamada Meryton. Doscientos años después, hoy paseamos por Stamford, el escenario real en el que el cine situó esta obra inmortal. Todo es de un british subido, comenzando por la fabulosa Burghley House y sus alrededores. Sus mil pináculos y chimeneas se recortaban como siluetas en el cielo azul, dentro de un marco incomparable de césped impoluto, árboles milenarios y ciervos tan hermosos como distantes. Mientras escribo esta crónica, no sé muy bien porqué, mi dedo meñíque está aquejándose de una extraña rigidez como cuando levantas la taza de té delante de Lady Catherine de Bourgh, la señora aristócrata de la novela de Austen.
Lejos de tanta época romántica, nuestros alumnos prefirieron otras películas como "Carros de fuego" que también rodó aquí algunas de sus escenas, para salir corriendo a quitar la paz a la ciudad cuando después de una intensa visita guiada les dejamos su ansiado tiempo libre. Poor lovely little town.
