Una ventana abierta a las andanzas británicas de los alumnos de 2º ESO del Colegio de Jesuitas - Burgos

sábado, 16 de febrero de 2013

Cambridge Experience



Existen distintos géneros dentro de las películas que mezclan juventud y entornos universitarios: unas son las de los típicos adolestontos cargados de hormonas que sueñan con juergas llenas de chicas a las que nunca llegan a saludar. Otras son sobre profesores excéntricos que se llevan a los alumnos de calle y cuando todo parece que va bien se convierte en una peli de terror y acaban matándose unos a otros por pasillos oscuros. Ni una ni otra. Nuestra experiencia en Cambridge tenía un toque de comedia y de terror pero aquí sobrevivimos todos.

Cambridge tiene un encanto único y poder pasear entre los colleges, sus patios y canales es como meterse en una de esas fotos de puzzles, de los de más de mil piezas. Pero lo que más nos impactó no fue el marco sino el lienzo. Nuestros guías nos fueron abriendo los ojos a todas las artes de letras y ciencias que contienen aquellos vetustos muros. Ver los papeles originales de Newton, las primeras obras de Shakespeare,  la segunda casa con corriente eléctrica del mundo, el primer ejemplar de Winnie de Poo, las aulas donde estudió Darwin, el edificio donde se construyó el primer ordenador, y mucho más, es como tocar de cerca todo lo bueno que el conocimiento humano puede alcanzar. Ojalá se nos pegasen las ganas de saber y estudiar, pero lo cierto es que nuestros alumnos llevan un tute soberano y la realidad de ser el  último día se impone a cualquier sabiduría superior.  Con todo, los profes y ocho intrépidos alumnos continuamos las visitas por la tarde mientras el resto ultimaba sus compras en la ciudad. La experiencia en Cambridge ha sido de lo mejor de estos días.

(Esta última crónica la escribo desde el móvil en la academia en plena fiesta de despedida. Cuando pueda colgaré las galerías de fotos de hoy y del viaje)